Entre los beneficios de beber agua suficiente se encuentra el mantenimiento de una buena digestión y la eliminación de desechos del cuerpo. El agua también ayuda a mantener una piel sana, ya que ayuda a hidratarla y a prevenir las arrugas y la resequedad.
Ayuda a regular la temperatura del cuerpo, función especialmente importante en climas cálidos como el de nuestra región o durante el ejercicio. Además, si tenemos este hábito, es relativamente fácil controlar el apetito, ya que nos hace sentir llenos y así evitamos la ingesta de alimentos innecesarios.
No sería justo dejar de mencionar las funciones que tiene el agua a niveles más esenciales de nuestro cuerpo. Por ejemplo es un excelente aliado para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, ya que ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a las células del cuerpo.